martes, 26 de septiembre de 2017

Aquí tienen algunos vídeos para que les quede más claro. El segundo pone en comparación el formalismo con el utilitarismo.


Las ideas existencialistas surgieron en un tiempo en la sociedad cuando prevalecía una gran desesperanza, a continuación de la Gran Depresión y de la Segunda Guerra Mundial. Hubo un espíritu de optimismo en la sociedad que fue destruido por la Primera Guerra Mundial y las calamidades a mediados del siglo. Esta desesperanza ha sido articulada por filósofos existencialistas hasta bien entrados los años 70, y continúa siéndolo hasta hoy como una forma popular de pensamiento y razonamiento (con la libertad de escoger el sistema moral y estilo de vida preferido de cada quien). 

Un existencialista podría ser un moralista religioso, un relativista agnóstico, o un ateo amoral. Kierkegaard, un filósofo religioso, Nietzsche, un anti-cristiano, Sartre, un ateo, y Camus, un ateo, son reconocidos por sus trabajos y escritos sobre el existencialismo. Sartre se destacó por atraer la mayor atención internacional hacia el existencialismo en el siglo XX. 

Cada uno, básicamente concuerda en que la vida humana no está de ninguna manera completa, y no es enteramente satisfactoria debido a los sufrimientos y pérdidas que ocurren al considerar la falta de perfección, de poder, y de control que uno tiene sobre su vida. Aunque concuerdan en que la vida no es óptimamente satisfactoria, concuerdan, sin embargo, en que tiene significado. El existencialismo es un viaje y una búsqueda del verdadero yo, y del verdadero significado personal en la vida. 

Más importante aún, es el acto arbitrario que el existencialismo considera como el más censurable que existe, cuando alguna persona o sociedad trata de imponer, o exigir que sus creencias, valores, o reglas, sean aceptados y obedecidos fielmente. Los existencialistas creen que esto destruye el individualismo y convierte a una persona en lo que la gente en el poder desea que sea, siendo, de esta manera, deshumanizados y reducidos a ser un objeto. El existencialismo luego acentúa que el juicio de una persona es el factor determinante para lo que se debe creer, en lugar de valores arbitrarios mundiales seculares o religiosos.


Examinar la bondad o maldad de los actos centrándose en las intenciones que tenemos puede parecer fácil a la hora de evaluar el grado en el que somos moralmente buenos o no. A fin de cuentas, solo tenemos que preguntarnos si con nuestras acciones buscábamos perjudicar a alguien o más bien beneficiar a alguien.
Desde la perspectiva del utilitarismo, sin embargo, ver si nos ceñimos al bien o al mal no es tan fácil, porque se pierde la referencia clara que son nuestras intenciones, un ámbito en el que cada uno de nosotros somos nuestros únicos jueces. Pasamos a tener la necesidad de desarrollar un modo de "medir" la felicidad que generan nuestras acciones. Esta empresa fue emprendida en su forma más literal uno de los padres del utilitarismo, el filósofo inglés Jeremy Bentham, que creía que la utilidad puede ser evaluada cuantitativamente tal y como se hace con cualquier elemento que puede ser identificado en el tiempo y el espacio.

Muy relacionado con el hedonismo, el utilitarismo es una teoría de la rama ética de la filosofía según la cual las conductas moralmente buenas son aquellas cuyas consecuencias producen felicidad. De este modo, hay dos elementos básicos que definen el utilitarismo: su modo de relacionar el bien con la felicidad de los individuos y su consecuencialismo.

Esta última propiedad significa que, al contrario de lo que ocurre con algunas doctrinas filosóficas que identifican el bien con las intenciones buenas que tiene alguien a la hora de actuar, el utilitarismo identifica las consecuencias de las acciones como el aspecto que debe ser examinado a la hora de juzgar si una acción es buena o mala.

lunes, 25 de septiembre de 2017



Los representantes más destacados del vitalismo son NietzscheBergson y Ortega y Gasset
Nietzsche (1844-1900) obtuvo muy joven la cátedra de Filosofía clásica de la Universidad de Basilea. Su teoría filosófica se halla bajo el influjo del irracionalismo y la voluntad de vivir de Schopenhauer
Sus obras más destacadas  son: El origen de la tragedia, Humano, demasiado humano, La gaya ciencia, Así hablaba Zaratustra y Más allá del bien y del mal.
Según Ã©l, el hombre se encuentra en la vida sin voluntad propia, sin que él mismo lo haya deseado y debe optar conscientemente por aceptar esta vida o despreciarla, negando su valor.
Nietzsche sostiene que la mejor decisión es aceptarla, esto es, afirmar la voluntad de vivir, considerando que la vida es valiosa por sí misma a pesar de los sufrimientos que trae consigo.
El valor supremo de la vida, al que están subordinados todos los demás, no estriba en la felicidad ni en la virtud, sino en la acumulación de fuerzas, en la voluntad de poder, hasta el punto que llega a decir nada hay en la vida que pueda tener valor si no es el grado de poder.
El pensamiento de Nietzsche pasa por tres etapas en su concepción del individuo.
En la primera etapa se orienta hacia la estética, fijando el ideal humano en el artista trágico, quien afirma la voluntad de vivir a través de la música y la danza.
En la segunda etapa se dirige hacia la vida científica, situando ahora el ideal en el sabio, quien afirma la vida a pesar del conocimiento de las miserias de la realidad.
En la tercera etapa, la más importante de su pensamiento, defiende el ideal del superhombre caracterizado por su voluntad de dominio sobre sí y sobre los demás. El superhombre es autónomo, creador de sus propios valores y legislador de sí mismo.
Para Nietzsche, el superhombre debe sustituir a Dios; Dios ha muerto, queremos que viva el superhombre. El fin supremo de la humanidad es conseguir el ideal del superhombre; el hombre es un puente hacia este ideal.

En la segunda mitad del siglo XIX y primera del XX encontramos importantes filósofos que desarrollan toda su filosofía a partir de la reflexión relativa a la vida. Dentro de esta línea del vitalismo se suelen distinguir también diversas corrientes en función de su concepto de vida. Es habitual señalar al menos dos formas de entender la vida: la vida en el sentido biológico y la vida en el sentido biográfico e histórico:
  • La vida en el sentido biológico: este concepto subraya el papel del cuerpo, los instintos, lo irracional, la naturaleza, la fuerza y la lucha por la subsistencia. El vitalismo de Nietzsche se incluye en este grupo;
  • La vida en el sentido biográfico e histórico: pero también podemos referirnos a la vida como conjunto de experiencias humanas dadas en el tiempo, tanto en su dimensión personal o biográfico como en su dimensión social o histórica. La filosofía de Ortega y Gasset se incluye en este grupo. Ortega utilizará las categorías de la vida entendida de este modo (vivencia, teoría de las generaciones, perspectiva) para el desarrollo de su filosofía.
      El vitalismo en filosofía se presenta como una doctrina contraria al racionalismo. Los conceptos más importantes alrededor de los que gira la filosofía vitalista son: temporalidad, historia, vivencia, instintos, irracionalidad, corporeidad, subjetividad, perspectiva, valor de lo individual, cambio, enfermedad, muerte, finitud... 
      Se puede entender la totalidad de la filosofía de Nietzsche como el intento más radical de hacer de la vida lo Absoluto. La vida no tiene un fundamento exterior a ella, tiene valor en sí misma. Y la vida entendida fundamentalmente en su dimensión biológica, instintiva, irracional. La vida como creación y destrucción, como ámbito de la alegría y el dolor. Por esta razón, Nietzsche creyó posible medir el valor de la metafísica, la teoría del conocimiento y la ética a partir de su oposición o afirmación respecto de la vida.

Actualmente, el programa ético reciente más definidamente kantiano ha sido el de John Rawls, quien ha denominado a una etapa del desarrollo de su teoría «constructivismo kantiano». Muchos de los rasgos de la obra de Rawls son claramente kantianos, sobre todo su concepción de principios éticos determinados por limitaciones a los principios elegidos por agentes racionales (sin embargo, el constructivismo de Rawls supone una noción bastante diferente de la racionalidad con respecto a la de Kant).
 El gran respeto por la libertad y la dignidad de cada persona en Kant, resulta, sin embargo una dificultad respecto de las consecuencias en la evaluación moral de una persona, puesto que si no tomamos en cuenta los efectos de las acciones y sólo nos guiamos por calificar la voluntad, siempre queda la sospecha de si el sujeto actuó “conforme al deber”, es decir moralmente o no. Parece que cada persona es la única que puede determinar su moralidad y nuestros juicios éticos sobre las personas carecerían de cualquier valor.
De seguir absolutamente la propuesta kantiana, toda persona podría decir que siempre persiguió una máxima ética buena pero que “los enconos del azar” no le permitieron concluir esa buena acción. La filosofía kantiana de la actualidad tiene inconcluso este problema de subjetividad a pesar de los intentos universalistas. Las intenciones son internas y de difícil acceso para personas ajenas al individuo que actúa y siempre queda la sospecha de si una persona es virtuosa o no.

Su principal pensador fue Kant, también se destacan otros como:

1. El formalismo ético existencial, más radical. Sus predecesores: Kierkegaard y Nietzsche.
*Kierkegaard y el acento en la “actitud”
*Nietzsche y las consecuencias de la “muerte de Dios”
*Sartre y la ética puramente formal.
*Heidegger y el formalismo ético.
*Jaspers y la mayor proximidad posible al puro formalismo existencial.

2.El formalismo ético anglosajón y cuatro de sus principales representantes
*G. E. Moore y los Principia Ethica como prolegómenos para una futura ética científica
*Wittgenstein y el formalismo crítico “anti”-ético.
*Ch. L. Stevenson y etica - lenguaje
*S. T. Toulmin y El lugar de la razón en la ética.


La obra de Inmanuel Kant (filósofo alemán del siglo XVIII) representó una importante revolución tanto en el planteamiento ético como en la historia de la filosofía. El objetivo de su teoría ética no es la búsqueda de la felicidad, sino de la justicia.
En su opinión, el ser humano es sensible y racional. Como ser sensible tiene unos sentimientos, instintos y pasiones que son diferentes en cada individuo, que no se pueden generalizar. En cuanto ser racional, el ser humano es libre, se propone fines universales (que podría ponerse cualquier persona) y puede gobernar su vida según leyes que su razón le otorga. Gracias a su aspecto racional, el ser humano puede desarrollar una ética universal.
Una persona actuará moralmente, según Kant, cuando se comporte del siguiente modo:
1º- siguiendo su deber, sin dejarse guiar por los sentimientos;
2º- siguiendo una ley o imperativo que él mismo se haya dado por medio de la razón;
3º- siguiendo una ley que pueda aplicarse de forma universal: cualquier persona en las mismas circunstancias obraría del mismo modo.
Este modo de comportarse lo resume Kant en lo que él denominaba imperativo categórico: “obra sólo según una máxima que puedas querer que se convierta en ley universal”.




Es la creencia en que los valores estéticos pueden sostenerse por su cuenta y que el juicio del arte puede ser aislado de otras consideraciones tales como las éticas y sociales. Se le da preponderancia a las calidades puramente formales o abstractas de la obra; es decir, por ejemplo, aquellos elementos visuales que le dan figura: la forma, la composición, los colores o la estructura.

“Forma” (moral como estructura) consiste en “quehacer”, en “hacernos” nuestra propia vida, en definir nuestra personalidad en cada uno de nuestros actos. Todas las filosofías suponen, aún implícitamente, la dimensión “formal” de la moral. En Aristóteles, la teleología ética está subsumida en la teleología general del universo, la “tendencia de todas las cosas al bien”: todo acto humano se lleva a cabo con vistas a algún “bien moral”.

El hombre es moral porque se conduce a sí mismo por su propio inteligir o por su inteligencia en cuanto versión a los otros, con independencia de a dónde se conduzca. Aristóteles y el concepto análogo (no “unívoco”) del bien: el bien como concepto indeterminado y “formal”, aquello que se busca, el fin de nuestras acciones. Aquello que se busca kathautó, y no en vista de otro bien, es el bien supremo. Pero el bien puede ponerse en cualquier cosa. Un sentido distinto del formalismo ético: no puede ocuparse de qué acciones sean buenas o malas, sino de la naturaleza, significado y posibilidad de los predicados y de los juicios éticos. La tradición anglosajona de la ética como “análisis del lenguaje ético” o lógica de la ética, renunciando a la metafísica y a la psicología.

La corriente filosófica naturalista estuvo fuertemente influenciada por los avances en la ciencia y sobre todo gracias a las posturas de Charles Darwin. Para la filosofía naturalista no existe una realidad que no esté dentro de los márgenes de la naturaleza. La naturaleza es el primer y único principio, la fuente de todo. Por lo tanto, para el Naturalismo, en la naturaleza está la totalidad de las realidades. Esta corriente filosófica nace como un intento de explicar y comprender  a la humanidad y sus hábitos.
Debido a las cualidades que definen al movimiento naturalista es que comúnmente se le vincula o asocia con una visión materialista de la realidad. Asimismo, el Naturalismo niega la existencia de lo sobrenatural y su relación con lo natural. No existe una realidad que no esté comprendida dentro de lo natural. Para los naturalistas, el ser humano no posee libre albedrío y, según los postulados darwinianos, está fuertemente determinado por su condición genética.

Surge en las últimas décadas del siglo XIX como una derivación del Realismo. La cualidad esencial del Naturalismo es la interpretación imparcial y fidedigna de la realidad destacando la relevancia de las leyes de la naturaleza sobre la vida humana.

Fue un movimiento artístico, filosófico y literario que surge en Francia a fines del siglo XIX. Se le considera una derivación del realismo, movimiento artístico y literario puesto en boga décadas antes y que logró gran alcance a nivel mundial.
Las obras naturalistas se caracterizan por intentar reproducir la realidad con objetividad e imparcialidad, describiendo con minuciosidad los diferentes escenarios, inclusive aquellos que son desagradables o vulgares.  El Naturalismo se entiende como una descripción social del entorno con gran profundidad y detalle, mediante la cual se esperaba comprender y explicar los comportamientos del ser humano y las leyes que rigen su conducta.

Hemos seleccionado algunos vídeos que creemos podrían ayudar a entender mejor a aquellas personas que buscan sintetizar la información. Consideramos que estos están bastante completos.




¡Que los disfruten!


Epicuro defendía la visión de una vida de continuo placer como clave para la felicidad. Su gran perspicacia para satisfacer este fin consistía en identificar el límite de nuestra habilidad para experimentar el placer en cualquier momento. Estipuló que a partir de un determinado nivel máximo no es posible que el placer tenga un incremento de intensidad, aunque es probable que las sensaciones que sostienen este dichoso pináculo del placer varíen continuamente. Él denominó a esta experiencia punta como ataraxia—palabra griega que significa "imperturbabilidad".
Para Epicuro la presencia del placer es sinónimo de ausencia de dolor, o de cualquier tipo de aflicción: el hambre, la tensión sexual, el aburrimiento, etc. El proceso de eliminar estos problemas ciertamente conlleva placeres sensuales, Epicuro una vez escribió: "Yo no sé cómo puedo concebir lo bueno, si elimino los placeres del gusto, y elimino los placeres del amor, y elimino los placeres del oído, y elimino las emociones placenteras causadas por la visión de una hermosa forma". Sin embargo, por más estimulante que sea este proceso, se trata sólo de un medio para perseguir un fin: la satisfacción. Considerar esta persecución como un fin en sí mismo, por contraste, inevitablemente nos conduciría a las ansiedades de la adicción.
En el antiguo mundo del Mediterráneo, la filosofía epicúrea ganó un sinnúmero de adherentes. Fue una destacada escuela filosófica por un lapso de siete siglos después de la muerte de Epicuro, pero, después mermó en popularidad cuando se persiguió en la Edad Media. Fue durante ese período de la historia que desaparecieron muchos de los escritos de Epicuro y se persiguió su doctrina; tergiversándose hasta tener de las mismas diversas concepciones hasta las atacadas por la fe cristiana.

domingo, 24 de septiembre de 2017


El principal representante del Hedonismo quien con sus teorías se cita como el fundador es:
Epicuro de Samos
Epicuro de Samos nació en el 341 y murió en el 270 antes de cristo. Nació el ciudad de Samos. A los catorce años se desplazó a Teos para escuchar las enseñanzas de Nausifanes quien fuera discípulo de Demócrito. Posteriormente, se dirigió a Atenas; también estuvo en Colofón, en Mitilene de Lesbos y en Lámpsaco. En esos viajes maduró sus doctrinas.
Se estableció en Atenas hacia el año 306 donde fundó su escuela llamada el Jardín. La cual fue famosa por las enseñanzas y el cultivo de la llamada amistad de Epicuro, donde también participaba las mujeres, dándole especial relevancia las mismas.
A diferencia del estoicismo rico en variantes, las ideas de Epicuro y su doctrina seguida en la posteridad son prácticamente iguales; eso no quiere decir que la misma no haya sufrido variantes a lo largo del tiempo. Pues, las concepciones fundamentales las establece Epicuro.
Para algunos el placer es personal y se consigue al complacer sin límites todas las necesidades físicas del cuerpo. Otros, exponen que debe satisfacer las necesidades de forma moderada para alcanzar la satisfacción. Sin embargo, contraponiéndose a esta concepción que el placer se encuentra cuando se es útil a la sociedad, cuando dedicamos la vida a lograr el bienestar común. Entonces, aquí el hedonismo pierde el sentido de alcanzar el placer a través de la experiencia sensorial física, dándole al mismo un sentido ultraísta.
Por lo tanto, en el hedonismo en sentido estricto se pueden distinguir dos formas del mismo, de acuerdo con los dos significados que tiene el término placer. Éste designa, ya el placer sensible o inferior, ya el placer espiritual o superior. En consecuencia, habrá dos formas de hedonismo, llamadas hedonismo absoluto y hedonismo mitigado, o eudemonismo.
A la posición de que el hedonismo es la búsqueda de la felicidad logrando la satisfacción de los sentidos, se opone la fe católica, afirmando que esta posición acaba con los valores espirituales. No sólo es señalada por la fe católica, igualmente muchas creencias religiosas afirman que el hedonismo es una posición carente de moral; pues antepone los sentidos al plan divino de amor.
Lo expuesto anteriormente es la visión que se posee en forma general del Hedonismo. Sin embargo, para lograr la compresión plena de la doctrina es necesario estudiar su origen y concepción inicial. Epicuro de Samos (341-270 AC) –enseñó en Atenas- es aclamado universalmente como el filósofo fundador del hedonismo, y su real visión sobre el tema del placer no es comúnmente comprendida. Muchos historiadores medievales lo representan como un licencioso, mientras que muchos de los modernos lo describen como un predicador de "placeres con moderación", o incluso como un asceta.

El Hedonismo es una corriente filosófica que persigue por todos los medios la supresión del dolor y las penas buscando la felicidad y el placer como motivo y fin de vida. Esta concepción tiene influencias externas como lo son los cireaicos y los epicúreos. Por consiguiente cuando nos referimos a Hedonismo lo hacemos a una teoría moral que percibe el placer (hedoné) como bien último. Todo lo que el hombre hace se dispersa es al orientar los esfuerzos hacia el placer que se encuentra el sentido de la vida. El hedonismo considera que el placer es el único y verdadero bien.
El problema se platea porque el término placer es ambiguo y sometido a diversas interpretaciones; entonces, dependiendo cómo se defina el pacer, una doctrina será hedonística o no. Con el fin de aclarar esta ambigüedad se han determinado dos formas de hedonismo. Por un lado está la explicación expuesta por Richard Branbt quien afirmó que: “una cosa es intrínsecamente deseable (indeseable) si y sólo si es placentera (no placentera)”. Por otro lado está el llamado Hedonismo Psicológico; aquí se agrupan varias doctrinas según la concepción que se tenga de placer; sosteniendo que el placer personal es el fin último de cada persona.